sábado, 4 de septiembre de 2010

Big mouth strikes again

¡Niñato de los cojones! ¿Quién coño te manda decir cosas que verdaderamente no sientes, en balcones, y encima intentando dejar de fumar?

Menos mal que tienes amigos que se acuerdan de todo e incluso archivan tus errores. Cada vez tengo más claro que tienes una falta de apego de la hostia.

Reconócelo, desde que los conociste, nada ha sido igual. Les hechas de menos. Hoy sientes que el tiempo y la distancia son unidades de medida totalmente relativas. Sabes de sobra que un amigo no lo hacen los años, si no los hechos. Menos mal que tus hechos distan mucho de tus palabras, pero deberías tragarte ese… ¿orgullo? No, orgullo no. No te enorgulleces de decir esas gilipolleces, simplemente las dices ¡Paff un espasmo! Y luego otro… y así sucesivamente. Estás estropeado, no procesas información. Funcionas sin procesador, simplemente con un periférico de entrada y otro de salida… y así no se puede andar por la vida.
Por hoy te dejo en paz, pero no vuelvas a repetirlo nunca, sabes que no lo sientes, no manches la imagen que tienen de ti. Además ellos no son como los demás. No voy a dejar, que estas cosas nos vuelvan a pasar.

Un abrazo:

Tu mismo